Santiago de Chile, 2 may (Prensa Latina) Un total de 44 periodistas que informaban sobre temas medioambientales fueron asesinados durante los últimos 15 años y sólo cinco casos terminaron en una condena, según un estudio de la Unesco dado a conocer hoy aquí.
Otros 24 profesionales de la prensa sobrevivieron a atentados, precisa el informe de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
La Unesco escogió a Chile como sede de la 31 edición del Día Mundial de la Libertad de Prensa, dedicado en esta ocasión a analizar la violencia hacia los comunicadores que cubren temas relacionados con el entorno y la desinformación sobre la agenda climática.
Desde 2009 al menos 749 reporteros y medios de comunicación que informaban sobre este asunto fueron agredidos en 89 países.
Ellos cubrían una amplia gama de historias, desde las causas del cambio climático, la minería ilegal, la deforestación y los combustibles fósiles, hasta cuestiones que afectan a las comunidades a las cuales pertenecen.
Entre estas últimas figuran la agroindustria, la apropiación de tierras, los megaproyectos de infraestructuras y las secuelas de fenómenos meteorológicos extremos.
El estudio publicado hoy está basado en una encuesta realizada por la Unesco y la Federación Internacional de Periodistas, la cual recibió respuestas de 905 profesionales de la prensa de 129 países en todos los continentes.
Más de 70 por ciento de los entrevistados afirmaron haber sido objeto de agresiones, amenazas o presiones mientras cubrían temas medioambientales, lo cual repercutió en la salud mental de muchos de ellos.
Casi la mitad de los encuestados debieron practicar la autocensura por temor a posibles ataques, a que sus fuentes se vieran expuestas a daños y ante la posibilidad de que su cobertura entrara en conflicto con los intereses de sus empleadores o anunciantes.
Todos estos problemas serán debatidos durante la conferencia Prensa para el planeta: el periodismo ante la crisis ambiental, que será inaugurada mañana por la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, y el presidente chileno, Gabriel Boric.